San Andres
El templo de San Andrés se encuentra ubicado en uno de los sectores más tradicionales de la ciudad, conocido como Rumipamba, que en quichua significa “llanura de piedra”. Rumipamba ha sido escenario de importantes acontecimientos para la historia de Pasto, como la decapitación, en 1564, a manos de las autoridades españolas, del joven criollo Gonzalo Rodríguez quien, desde comienzos de la colonia, buscaba la independencia de este territorio. Este hecho le otorgó la categoría de “precursor de precursores”.
La orden de levantar una Ermita consagrada a San Andrés la hace el Cabildo de Pasto, luego de la erupción del volcán Galeras el 9 de diciembre de 1580. Su construcción estuvo a cargo del albañil español Iñigo de Eraso; sin embargo, según el historiador José Rafael Sañudo, “por el apresuramiento, quedó mal edificada y se derrumbó en 1591”.
El actual templo de San Andrés, nombre también de la parroquia, fue levantado el 4 de agosto de 1938 por monseñor Diego María Gómez. Su construcción no obedece a un estilo o modelo definido, aunque su aspecto externo se asemeja al estilo románico.
El templo cuenta con un retablo construido en dos cuerpos, que permite distinguir su homogénea distribución de cuatro pares de columnas dispuestas a lado y lado del nicho central, constituyéndose en el centro de interés, por cuanto en él se destaca la Virgen de Dolores, centro de atracción en las procesiones de Semana Santa. Por su valor artístico esta imagen compensa la austeridad en la estructura arquitectónica.
La orden de levantar una Ermita consagrada a San Andrés la hace el Cabildo de Pasto, luego de la erupción del volcán Galeras el 9 de diciembre de 1580. Su construcción estuvo a cargo del albañil español Iñigo de Eraso; sin embargo, según el historiador José Rafael Sañudo, “por el apresuramiento, quedó mal edificada y se derrumbó en 1591”.
El actual templo de San Andrés, nombre también de la parroquia, fue levantado el 4 de agosto de 1938 por monseñor Diego María Gómez. Su construcción no obedece a un estilo o modelo definido, aunque su aspecto externo se asemeja al estilo románico.
El templo cuenta con un retablo construido en dos cuerpos, que permite distinguir su homogénea distribución de cuatro pares de columnas dispuestas a lado y lado del nicho central, constituyéndose en el centro de interés, por cuanto en él se destaca la Virgen de Dolores, centro de atracción en las procesiones de Semana Santa. Por su valor artístico esta imagen compensa la austeridad en la estructura arquitectónica.
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