Santiago
La Ermita de Santiago se construyó a finales del siglo XVI en la cumbre de la colina del tradicional barrio El Colorado. La reedificación de la Ermita se inició hacia 1665. No obstante, los sismos, frecuentes en Pasto por aquella época, así como los enfrentamientos entre las fuerzas realistas y republicanas, ocurridos en diciembre de 1822, afectaron seriamente la construcción.
En 1895 se inició la obra del actual templo de Santiago Apóstol, inaugurado años después por el entonces Obispo Ezequiel Moreno Díaz. El templo fue entregado a la comunidad Capuchina, quien aun lo tiene bajo su cuidado.
El templo de Santiago se caracteriza por su gran altura y especial belleza arquitectónica. Tiene características de estilo románico, como el arco de medio punto, sus muros gruesos y severos, sus columnas de fuste cilíndrico y su puerta principal ligeramente abocinada.
Consta de tres naves, una central y dos laterales. Al fondo se encuentra el altar - retablo mayor y, a los lados, los coros para la comunidad ornamentados con arcos de estilo mudéjar. Se encuentran además, dos pulpitos octagonales con pinturas bíblicas.
Sus muros están decorados con cuadros al óleo de santos y personajes importantes de la comunidad Capuchina. El cielo raso está elegantemente ataviado, y sus ventanales recubiertos con vitrales de estilo gótico. El acceso al templo es por escalinatas de piedra, con elegantes pasamanos en las fachadas principal y lateral, que conducen desde la plazoleta hasta el atrio del templo.
La portada principal se enmarca con pilastras que sostienen un arco de medio punto. A los lados de la portada se encuentran dos hornacinas que albergan, en el lado derecho, la estatua de San José Obrero y, en el izquierdo, la estatua de Pío X. Además, se observa la escultura de San Francisco de Asís con el “Hermano Lobo”, obra del escultor nariñense Marceliano Vallejo.
En 1895 se inició la obra del actual templo de Santiago Apóstol, inaugurado años después por el entonces Obispo Ezequiel Moreno Díaz. El templo fue entregado a la comunidad Capuchina, quien aun lo tiene bajo su cuidado.
El templo de Santiago se caracteriza por su gran altura y especial belleza arquitectónica. Tiene características de estilo románico, como el arco de medio punto, sus muros gruesos y severos, sus columnas de fuste cilíndrico y su puerta principal ligeramente abocinada.
Consta de tres naves, una central y dos laterales. Al fondo se encuentra el altar - retablo mayor y, a los lados, los coros para la comunidad ornamentados con arcos de estilo mudéjar. Se encuentran además, dos pulpitos octagonales con pinturas bíblicas.
Sus muros están decorados con cuadros al óleo de santos y personajes importantes de la comunidad Capuchina. El cielo raso está elegantemente ataviado, y sus ventanales recubiertos con vitrales de estilo gótico. El acceso al templo es por escalinatas de piedra, con elegantes pasamanos en las fachadas principal y lateral, que conducen desde la plazoleta hasta el atrio del templo.
La portada principal se enmarca con pilastras que sostienen un arco de medio punto. A los lados de la portada se encuentran dos hornacinas que albergan, en el lado derecho, la estatua de San José Obrero y, en el izquierdo, la estatua de Pío X. Además, se observa la escultura de San Francisco de Asís con el “Hermano Lobo”, obra del escultor nariñense Marceliano Vallejo.
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